El ritmo como invención

Conferencia / Performance

Gene Krupa

El ritmo como invención es un trabajo que intenta abordar el complejo problema del ritmo desde una doble perspectiva disciplinar: el de la Heurística, que estudia los procesos de invención-producción  y el de la Morfología, que permite analizar las formas naturales y culturales. La propuesta hace hincapié en la idea de que el ritmo es un factor de estabilización biológico en el que la simetría —las relaciones dinámicas y armónicas entre las partes y entre éstas y la totalidad— adquiere relevancia sustancial.

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Mircea Eliade, en su imponente estudio comparativo sobre las religiones, señala que, in illo tempore (de illud tempus, “aquel tiem­po”, la idea de extratemporalidad de la Crea­ción) todo era posible. Y esta posibilidad se sostiene en el hecho de que las formas y las especies de formas no eran fıjas, sino “flui­das”. Eliade indica también que el retorno a ese estado señala el fin de la temporalidad. Y Cirlot , en esa misma dirección, afirma que la idea de que el tiempo proviene de la or­ganización del espacio debería, en realidad, ser sustituida por la noción de que son el re­sultado de un mismo principio. Al centro le corresponde en rigor lo no-espacial e intemporal, lo no formado, es de­cir, la “nada mística” oriental. De acuerdo con ello, el espacio debería ser considerado conjuntamente con el tiem­po, pues en el espacio se producen, a la vez que en el tiempo, las sucesión de fases cons­titutivas del ciclo de la vida —no manifesta­ción-manifestación-no manifestación— que es una idea recurrente en muchas culturas.

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Es posible que tengan la sensación de que tiendo a desmembrar las formalizaciones provisorias que eventualmente establezco. Aún así, hay que tener cuidado: dispersar no es disolver. Todo sistema biológico puede sobrevivir porque resuelve de alguna manera la tensión entre estos términos introduciendo algún factor de estabilización.

El ritmo es quizás —y para decirlo de manera radical— no más que eso: un factor de estabilización.

Puedo tener ritmo y no tener melodía. Lo contrario no es posible.

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Alicia: ¿cuánto tiempo es para siempre? Conejo blanco: A veces, sólo un segundo. [Lewis Carroll: Alicia en el país de las maravillas, 1865]

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Acelerando / Mi padre era primer violinista en la Orquesta Filarmónica del Teatro Colón de Buenos Aires. Yo asistía frecuentemente a los ensayos y veía como los músicos de la orquesta —particularmente las cuerdas— se tensaban cuando un director visitante decidía, por efecto de la “ley de la interpretación arbitraria”, convertir el movimiento rápido de una sinfonía —por ejemplo el allegro molto vivace de la sexta de Tchaikowsky—, en una demostración efectista por la vía de una mayor velocidad que la indicada por el compositor. Siempre —era inevitable— el espíritu ruso se transformaba, a partir de cierto punto, por arte de magia, en una exposición acelerada —en este caso literalmente acelerada—, de hordas microtonales orientales de variada flora, producto del desfasaje rítmico entre los músicos.

Algo curioso sucedía luego del ensayo: invariablemente, los músicos le echaban la culpa a la velocidad y no al director, como si ellos fuesen culpables de no estar a la altura del ilustre visitante de turno. ¡Qué estupidez!

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En relación a la historia anterior, cuando en algún momento la obra en cuestión permitía un respiro en la vorágine de notas —digamos, por ejemplo: algunos compases que tenían ocho corcheas y no 32 semifusas— alguien en la fila de violines gritaba: ¡Salimos del empedrado!

Esto no era estúpido: era genial.

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Ritmo y metaestabilidad / Un sistema con varios estados de equilibrio puede exhibir, durante un considerable período de tiempo, un estado de equilibrio débilmente estable. Pero a veces, y bajo la acción de perturbaciones externas (con frecuencia no fácilmente detectables) estos sistemas exhiben una evolución temporal hacia un estado de equilibrio fuertemente estable. Denominamos a esto metaestabilidad.  La metaestabilidad se manifiesta debido a las transformaciones lentas del estado de las cosas.

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El ritmo no constituye un sistema estable: es un sistema metaestable.

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[Presentado en las Jornadas Internacionales sobre el Ritmo y las Artes, Universidad Nacional de las Artes,  Buenos Aires, 2015]